Dénia se entiende mejor cuando te asomas a su puerto. Es más que un simple lugar para embarcarse: es el alma viva de la ciudad, el punto donde confluyen el mar, la historia, el ocio y la gastronomía. Desde primeras horas de la mañana hasta bien entrada la noche, el Puerto de Dénia ofrece un sinfín de experiencias para todo tipo de viajero.
Si estás planeando una escapada o ya te alojas en uno de nuestros apartamentos, esta guía te mostrará cómo aprovechar al máximo uno de los rincones más especiales de la Marina Alta.
El Puerto de Dénia tiene siglos de historia. Durante la época romana, fue un importante enclave comercial, y en tiempos musulmanes llegó a ser uno de los puertos más relevantes del Mediterráneo occidental. Hoy en día, sigue siendo un punto estratégico que combina actividad pesquera, deportiva y turística.
Al pasear por la zona portuaria, sentirás esa mezcla única entre lo tradicional y lo moderno: barcas de pescadores junto a yates de lujo, lonjas antiguas y terrazas con diseño contemporáneo, aromas de sal y marisco, y el sonido relajante de las olas.
Uno de los grandes atractivos del puerto es su paseo marítimo, perfecto para caminar al atardecer o tomar algo frente al mar. Se extiende desde la Lonja del Pescado hasta la Marina de Dénia, conectando todo el frente costero de manera accesible y agradable.
Verás esculturas, palmeras, artistas callejeros y, con suerte, hasta algún grupo tocando música en directo. Es el sitio perfecto para un paseo tranquilo, en pareja o con niños, disfrutando del ambiente costero.
En la parte sur del puerto se encuentra la Marina de Dénia, una zona moderna que reúne amarres de barcos de recreo, tiendas náuticas, restaurantes y bares con mucho estilo. Es también desde donde salen muchas de las excursiones en barco o ferris a Ibiza y Formentera.
Durante el verano, la Marina se convierte en un pequeño núcleo de vida nocturna, con música en directo, mercadillos nocturnos y locales con terrazas al mar.
Si te interesa el lado más auténtico, acércate por la mañana al puerto pesquero, donde aún se respira tradición marinera. Desde las 6:00 h ya hay movimiento, y a partir del mediodía puedes visitar la Lonja del Pescado, donde se subasta el producto fresco del día.
Es una oportunidad única para ver de cerca la gamba roja, el pulpo, las doradas y otras especies que luego acabarán en los mejores platos de la ciudad.
Una de las actividades más populares es salir a navegar. Hay rutas para todos los gustos:
Paseos en catamarán con aperitivo y baño incluido.
Viajes en barco con fondo de cristal, ideales para familias.
Excursiones a la Cova Tallada o el Cabo de San Antonio.
Ferris a Ibiza y Formentera, si tienes más días disponibles.
Muchas de estas excursiones se pueden reservar directamente en el paseo, aunque si te alojas con nosotros, ¡te ayudamos a gestionarlas sin complicaciones!
Si te gusta la acción, el puerto también ofrece opciones como paddle surf, kayak, motos de agua o buceo. Las aguas de Dénia son limpias, tranquilas y con zonas protegidas donde practicar deportes acuáticos con total seguridad.
Comer en el Puerto de Dénia es una experiencia en sí misma. Desde tabernas marineras hasta restaurantes de diseño, encontrarás propuestas para todos los bolsillos:
Balandros o La Marina Alta: arroces y mariscos con vistas al Montgó.
Republic o Basta! en la Marina: cocina internacional en un entorno elegante.
Fuegos y Brasas: cocina al grill, perfecta para una cena romántica.
Chiringuitos y bares donde picar algo rápido y sabroso.
Consejo local: si vas a cenar en verano, reserva con antelación. La zona del puerto es muy demandada y suele llenarse rápido.
Pocas cosas hay tan mágicas como ver caer el sol en el Puerto de Dénia. El cielo se tiñe de tonos dorados y rosados, el Montgó se recorta en el horizonte, y las luces de los barcos empiezan a encenderse.
Puedes verlo desde el espigón, desde una terraza con una copa de vino en la mano o desde la arena de la Playa de la Marineta Cassiana, a solo unos pasos de la Marina.
Llega temprano a la Lonja si quieres ver la subasta del pescado.
Ve sin prisas: el puerto se disfruta mejor caminando y dejando que el tiempo pase.
Prueba una horchata o un helado artesanal en alguna de las heladerías del paseo.
Lleva la cámara, pero también guarda el móvil y mira el mar con calma.
Estar cerca del puerto es una ventaja enorme. Puedes olvidarte del coche, ir caminando a la playa, a los restaurantes, al centro histórico y a cualquier actividad. Por eso, nuestros alojamientos están ubicados estratégicamente para que disfrutes al máximo sin perder tiempo. Porque alojarte en el sitio correcto hace que tus vacaciones sean inolvidables.
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